Romilda abre sus puertas en Mérida con un nombre que significa “gloriosa guerrera”, reflejando la pasión de una familia de chefs por celebrar la pizza napolitana y la charcutería artesanal. La nueva identidad convierte esa calidez casera en una experiencia gastronómica contemporánea que invita a disfrutar sabores auténticos en un entorno acogedor.
Crear una marca capaz de transmitir tradición italiana y cercanía familiar a la vez que proyecta un estilo actual y memorable, desde el menú variado hasta la experiencia de reserva online.
El logotipo combina trazos firmes y gestuales para evocar oficio y alegría. Una paleta cálida con acentos vibrantes y composiciones limpias de fotografía y grafismos producen piezas coherentes para señalética, menús, redes y empaque, unificando la identidad en cada punto de contacto.
La coherencia visual ha convertido a Romilda en un referente fácilmente reconocible: la fachada invita a entrar, el menú impreso estimula los sentidos y la presencia digital refuerza la promesa de calidad artesanal. Clientes locales y visitantes resaltan la personalidad cercana y el cuidado en los detalles, consolidando al restaurante como un nuevo destino obligado para compartir buena mesa y momentos especiales en Mérida.