Kalma Café & Brunch renace en Lanzarote con la apertura de un tercer local y una identidad que invita a la calma. Nacido del ritual casero de sus fundadores durante la pandemia, el proyecto evoluciona para ofrecer brunchs que elevan la pausa cotidiana. El rebranding abraza el nuevo espacio y refuerza la experiencia sensorial que hizo famosa a la marca.
Capitalizar el éxito de Kalma como destino gastronómico de la isla, sin perder cercanía ni reconocimiento de marca. La nueva identidad debía transmitir calidez y sofisticación, diferenciándose en una isla repleta de propuestas turísticas mientras conservaba el espíritu slow y acogedor de Kalma.
Una paleta pastel de crema, blush y menta, acentuada por un verde profundo, genera sensación de bienestar. El monograma KA y la serif personalizada combinan elegancia y movimiento; las ilustraciones lineales de platos icónicos suman un toque artesanal coherente en cartas, packaging y señalética.
El sistema gráfico convierte cada punto de contacto, desde la fachada hasta las redes sociales, en una invitación a saborear la calma. La coherencia cromática y tipográfica refuerza el recuerdo de marca, conquistando tanto a residentes como a viajeros en busca de momentos auténticos y bien diseñados.